Entenderemos por trauma cualquier experiencia vivida que provoque un impacto negativo a largo plazo.
Cuando hablamos de trauma, a todos/as se nos vienen a la cabeza palabras como: accidente, muerte, abuso sexual, terremoto, secuestro…
Todas estas experiencias tienen carácter traumático, sin embargo, hay situaciones cotidianas que pueden pasar más desapercibidas y que pueden tener incluso un mayor impacto a largo plazo. Son aquellas que a veces catalogamos como «cosas que pasan», pero que influyen de forma directa en nuestra forma de ser y de ver el mundo y a los demás.
Los traumas de tipo interpersonal, es decir, aquellos causados por otro ser humano, son los que más nos dañan, especialmente si vienen por parte de alguien en quien confiamos.
Experiencias como:
Afectan a nuestra forma de vernos a nosotros mismos y de relacionarnos con los demás
Todas aquellas experiencias, que por su complejidad o por el momento de nuestra vida en que sucedieron, no pudieron ser asimiladas por nuestro cerebro, se quedan bloqueadas. Incluso aunque las enterremos y hagamos un esfuerzo por olvidarlas, siguen en lo más profundo de nosotros, afectando a nuestra conducta y a nuestra vida.
Cuando en nuestro día a día ocurre algo que a nuestro cerebro le recuerda a aquello que nos pasó, se «disparan» las mismas emociones, creencias, conductas, y sensaciones de entonces, reviviéndose así la experiencia traumática.
La terapia EMDR es uno de los tratamientos más avalados para el tratamiento del trauma.
Desde este enfoque, buscaremos identificar cuáles son las situaciones (a las que llamaremos disparadores) que activan tu sintomatología en la actualidad, entenderemos con qué experiencias te conectan esos disparadores y trabajaremos sobre ellas para que deje de activarse el malestar.


Cristina López
C/Santa Cristina nº4, Local 3
Granada, 18007